Por años, la falta de planificación urbana en nuestra ciudad ha dado como resultado una ciudad dispersa, donde un gran porcentaje del suelo urbano carece de infraestructura (red de agua potable, red de cloacas, pavimento, iluminación publica, otros.) y equipamiento público de calidad; por lo que entre los lineamientos y objetivos principales del P.O.U.A. se establece la defensa de una ciudad compacta, sobre lo cual, desde el Departamento de Planeamiento Urbano, se viene trabajando como objetivo principal.
La dispersión
urbana se caracteriza por una baja densidad de población, gran impacto
ambiental por falta de infraestructura y una baja viabilidad económica para el
municipio. Una
ciudad dispersa, fragmentada y difusa genera desigualdad debido a la falta de
equidad dotacional y de accesibilidad a los servicios y equipamientos de la ciudad.
Es importante entender que el suelo es un bien complejo y la posibilidad
de su utilización determina su precio; por lo que la dispersión urbana, a su
vez, eleva el precio del suelo intermedio lo cual dificulta aún más el acceso
al mismo, por lo cual el municipio debe velar por su contralor.
La autorización de urbanizaciones dispersas a través de excepciones
a la normativa tiene costos muy altos para el municipio, no sólo para la
prestación de servicios (mantenimiento de calles, cuneteo, recolección de
residuos, barrido y limpieza, poda de arbolado público, mantenimiento de
espacios verdes y otros) sino que también implica una demanda de mayores
centros educativos, centros de salud, seguridad pública, seguridad vial, inspección
de tránsito, inspección de obras, control público, conectividad, comunicación
vial de calidad, iluminación pública, infraestructura de agua potable, cloacas
y tantas otras demandas requeridas por los vecinos.
Tampoco olvidemos los costos en
vidas humanas que ha significado la autorización de loteos dispersos como
Barrio Don Carlos o Loteo Báscolo, con tantos accidentes sobre RN11, en años
previos a que la planificación urbana sea tenida en cuenta en nuestra ciudad,
lo que vino acompañado por la demanda incansable de vecinos.
Los recursos del Estado no son infinitos y la planificación urbana de nuestra ciudad previene errores urbanísticos y optimiza los recursos disponibles.